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  • Foto del escritorEscuelas infantiles FEN

Aprende a superar el periodo de adaptación

La etapa de adaptación en la guardería puede ser un momento emocionante y desafiante tanto para las familias como para sus hijos/as. Es natural que los padres y madres sientan cierta ansiedad y preocupación cuando dejan a sus hijos/as en un lugar nuevo. Sin embargo, es importante recordar que esta transición es una parte crucial del desarrollo infantil y puede establecer bases sólidas para futuras experiencias de aprendizaje. En este artículo, exploraremos cómo puedes ayudar a sus hijos/as durante el periodo de adaptación, basándonos en la bibliografía científica y la orientación de expertos en la materia.


Comunicación abierta y positiva:


El primer paso para facilitar una transición exitosa es mantener una comunicación abierta y positiva con tu hijo/a. Habla con él o ella sobre la guardería de manera positiva, enfatizando las actividades divertidas y las nuevas amistades que harán. Puedes mostrarle los juguetes o las instalaciones explicando todas las actividades que podrá desarrollar y los juegos que va a disfrutar. Cuando recojas a tu hijo/a del centro pregúntale qué es lo que más le ha gustado o con qué se lo ha pasado mejor, puedes utilizar alguna actividad o dibujo que haya hecho ese día en el aula para que sea un medio de comunicación con tu hijo/a. Recuerda reforzarle con mucho cariño y unas palabras amables ¡Todos/as nuestros/as niños/as son campeones/as!




Rutinas y horarios consistentes:


Ante cualquier cambio, aunque sea un cambio positivo y agradable, en edades tempranas los niños y niñas son muy sensibles, por lo que dichos cambios pueden suponer en un inicio una fuente de inestabilidad que remite cuando poco a poco la nueva realidad se asienta.


Los niños y niñas en edades tempranas se sienten más seguros cuando tienen rutinas predecibles, les ofrece la posibilidad de saber qué viene y se anticipan participando activamente en la actividad en lugar de rechazarla. Establece una rutina matutina que incluya actividades familiares como desayunar juntos antes de dejar a tu hijo/a en la guardería, preparar las cosas en familia antes de ir al centro, o bien símplemente disfrutar de un paseo de camino a la guarde. Esto ayudará a su hijo/a a comprender y anticipar lo que sucederá a lo largo del día, es muy recomendable evitar las prisas en la medida de lo posible, ya que brindará la oportunidad de que el tiempo que pases con tu hijo/a sea un tiempo de calidad que favorezca a la calma y estabilidad emocional, lo que promueve la colaboración en las rutinas.


Paciencia y apoyo emocional:


Es normal que tu hijo/a experimente ansiedad durante la separación, en su código genético tienen programado mantenerse lo más próximo posible a su familia. La mejor manera de actuar ante la separación es con paciencia y cariño, puedes probar a llevar un objeto reconfortante durante el camino, como un peluche favorito, y asegúrale que volverá a recogerlo después. Es importante evitar despedidas largas y emotivas, ya que esto puede aumentar la ansiedad, lo mejor que puedes hacer es decirle ¡Disfruta! mientras muestras una amplia sonrisa, dejándole claro que cuando pase la mañana le volverás a ver y jugaréis a lo que más le gusta.


Poco a poco, paso a paso:


Una opción muy interesante es dejar a tu hijo/a durante poco tiempo en el centro, pudiendo empezar con 2 horas y posteriormente incrementar progresivamente hasta llegar al horario de permanencia habitual en el centro. Esta estrategia funciona muy bien aunque no puede aplicarse en cualquier guardería. Por suerte, en todos los centros de escuelas infantiles FEN ponemos a tu disposición el horario flexible, para que traigas y recojas a tu hijo/a cuando mejor te venga, a la hora que quieras.


Aumentar progresivamente el tiempo de permanencia de tu hijo/a en el centro favorece a que el periodo de adaptación se lleve a cabo de manera gradual y progresiva, suavizando el cambio en la rutina.




Para los/as más peques:


En el caso de que tu hijo/a tenga una temprana edad, los periodos de adaptación suelen ser más difíciles para las familias que para los niños/as. En estos casos, los niños y niñas de tan corta edad se adaptan rápido al nuevo entorno y a las nuevas personas. Siempre que tengan un entorno favorable, reciban una estimulación adecuada y un trato basado en el cariño, el amor y la atención que cubra sus necesidades, se sentirán seguros/as y confortables.


En edades tempranas el olfato y el tacto son sentidos de una alta relevancia para el cerebro que tiene apenas unos meses de vida. El olor de la mamá cuando es percibido por su hijo/a ayuda a disminuir la agitación y favorece a establecer un estado de ánimo calmado. Algunas madres duermen dejando en la cama la ropita que le van a poner a su bebé al día siguiente o una mantita o gasita para que tomen su olor. De esta manera, cuando al día siguiente el bebé acuda al centro tendrá presente el olor de su madre, lo que le ayudará a mantenerse en calma al percibir el olor de su figura de apego.



Conclusión:


La transición a la guardería puede ser un proceso complicado, pero es una experiencia muy valiosa para el desarrollo de tu hijo/a. Siguiendo estos consejos basados en la investigación científica, la orientación de expertos y nuestra experiencia, puedes ayudar a tu hijo/a a sentirse más cómodo/a y seguro/a durante este periodo de adaptación, que os recordamos que no dura para siempre, suelen durar entre 2 semanas y 1 mes por norma general, siendo más complicado e intenso al principio y mucho más fácil cuando está llegando al final del periodo de adaptación.


Esperamos que os resulte de ayuda y estamos a vuestro lado en esta etapa de inicio de curso.


¡Bienvenidos/as a este nuevo curso!


Referencias:


Bowlby, J. (1969). Attachment and loss: Vol. 1. Attachment. Basic Books.


Pianta, R. C., & Kraft-Sayre, M. (2003). Successful Kindergarten Transition: Your Guide to Connecting Children, Families, and Schools. Paul H Brookes Publishing.


National Association for the Education of Young Children (NAEYC). (2009). "Rituals and routines: Supporting infants and toddlers in child care settings." Young Children, 64(5), 80-85.


Schore, A. N. (2001). The effects of early relational trauma on right brain development, affect regulation, and infant mental health. Infant Mental Health Journal, 22(1-2), 201-269.


Howes, C., & Hamilton, C. E. (1993). The changing experience of child care: Changes in teachers and in teacher-child relationships and children's social competence with peers. Early Childhood Research Quarterly, 8(1), 15-32.


Pianta, R. C., & Kraft-Sayre, M. (2003). Successful Kindergarten Transition: Your Guide to Connecting Children, Families, and Schools. Paul H Brookes Publishing.


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